El origen del chimichurri, una disputa tan picante como su propio sabor

El "chimi" como se lo denomina en el lenguaje popular, tiene la particularidad de sostener una preparación base, pero también es real que cada cocinera o cocinero le agrega su propia impronta, sus ingredientes favoritos y las medidas que considere oportunas.

Es inadmisible que al momento de disfrutar una hamburguesa, un pancho o un choripán en alguno de los tantos carritos callejeros, no exista esta particular salsa entre sus aderezos, compañero inseparable de carnes asadas, el aromatizador perfecto de las heladeras y responsable de un aliento poco feliz para la pareja.

Lo cierto es que al repasar su origen, varias son las hipótesis de su nacimiento. Una de ellas es la del inmigrante irlandés llamado James (Jimmy) McCurry quien, anhelando la salsa Worcestershire, un condimento popular en Reino Unido que está hecho a base de vinagre, melaza, ajo, anchoas y otros ingredientes, decidió crear otro condimento sabroso con ingredientes locales. Supuestamente, la salsa tomó su nombre "Jimmy McCurry", que se convirtió en "chimichurri" con pronunciación argentina.

El historiador y autor argentino, Daniel Balmaceda asegura que la palabra chimichurri proviene del quechua, en la región norte del país y de mucho antes de la llegada de los europeos. "Era un término genérico que se usaba para describir salsas fuertes para acompañar y conservar diferentes tipos de carne".

Otros creen que el nombre "chimichurri" surgió a principios del siglo XIX durante la fallida invasión británica del Río de la Plata, cuando los soldados británicos cautivos pidieron condimentos diciendo "give me the curry" (dame el curry), que los argentinos se tradujeron en "chimichurri".

Otra hipótesis afirma que la salsa llegó a finales del siglo XIX y principios del XX con inmigrantes vascos, quienes con su milenaria cultura de asar a la leña trajeron tximitxurri, una salsa de hierbas de estilo vasco que típicamente incluye hierbas, aceite de oliva, vinagre, ajo y pimiento de Espelette.

Lo cierto es que el chimichurri se ganó un lugar de privilegio entre los acompañantes de los menúes de la mesa de los argentinos.

Una receta tradicional

Ingredientes:

4 cucharadas de vinagre blanco
1 taza de aceite
3 cucharadas de orégano
3 cucharas de perejil deshidratado
1 cucharada de ajo deshidratado
1 cucharada de ají molido
Media cucharada de sal
Media taza de agua caliente

Preparación:

En un bol colocar el perejil, el ají molido, el orégano y el ajo deshidratado, picado previamente en cubos muy pequeños. Mezclar muy bien y añadir un poco de agua caliente hasta que cubra los ingredientes secos y dejar hidratar durante unos minutos. Después, incorporar el vinagre, la sal, el aceite y mezclar todo lentamente. Colocar el preparado dentro de un frasco de vidrio y dejarlo reposar unas horas antes de usarlo para que intensifique sus sabores, mientras más tiempo, más sabroso.