El Calafate, un destino majestuoso

Con los bloques de hielo más hermosos e impactantes del mundo, este maravilloso lugar y sus numerosos atractivos naturales, es considerado una de la prioridades a descubrir en el turismo nacional y para la visita de extranjeros.

Turismo 15/03/2023 Argentina Nuestra Argentina Nuestra

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El atractivo mayor y mas conocido en el mundo, el Glaciar Perito Moreno, situado a pocos kilómetros de El Calafate. Este pueblo es, además, zona de acceso a una multitud de montañas de hielo que conforman el Parque Nacional Los Glaciares, y que lo convierten en un sitio privilegiado de la Argentina y del mundo. Tanto que en 1981 la Unesco declaró a todo este Parque "Patrimonio de la Humanidad".

La villa toma su nombre del pequeño arbusto "calafate", típico del sur de la Patagonia. De acuerdo a la tradición quien come calafate, regresa por más. De acuerdo a la realidad quien conoce El Calafate, no quiere irse del lugar.

Es una ciudad pequeña de 4000 habitantes donde sus calles tienen un encanto particular caracterizado por una edificación de casas bajas, cálidas y rústicas en el marco de un paisaje azul que se confunde con el cielo.

Ubicada a 320 km de Río Gallegos y sobre la margen sur del lago Argentino en la cordillera andina, El Calafate es una pintoresca villa, un remanso de paz y vegetación. Es, además, un importante centro turístico ya que desde este punto se inician todos los circuitos glaciares.

La vista del glaciar impacta en todos los sentidos: por su inmensidad, su color blanco con vetas azuladas, el frío que irradia -desde las pasarelas se está a unos 300 metros de distancia- y el ruido que de tanto en tanto producen los desprendimientos de hielo.

Un paseo natural y maravilloso

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Las pasarelas, impecables en su diseño y distribución, cuentan con cuatro recorridos: uno rojo, el más extenso; otro amarillo, uno azul, y por último, uno verde.

En el principio del recorrido amarillo está el balcón de la Bandera, que es el más panorámico de todos los balcones, y ahí vamos a tomar primero una partecita del recorrido rojo, para retomar luego una parte del recorrido amarillo y empalmar con el azul, que es todo en descenso para terminar en el restaurante donde se almuerza. Los colores están marcados en la baranda; en todos los miradores hay carteles con información, y en todos los carteles está el mapa de las pasarelas, que son muy cómodas para caminar (como las de Iguazú) con 6 escalones y una parte plana.

"En algunas muy poquitas partes hay dos escalones de una vez, pero es cómodo para caminar, y tenemos también un recorrido accesible para gente que viene en una silla de ruedas o que no puede caminar bien. Son pasarelas sin escalón y se pasa por detrás del mapa al techo y hay rampa hasta el primer balcón que es accesible para todo le mundo. Para volver, hay un ascensor y una rampa que llega hasta acá", explicó César Bortoluzzi, guía del Parque Nacional Los Glaciares desde 2004 e integrante de la Asociación de Guías de Santa Cruz.

Al ir bajando encuentra aire cada vez menos frío -arriba hace 15 grados menos que en donde se encuentra las pasarelas- y, al encontrarse con temperaturas no tan bajas, se empieza a debilitar la estructura del hielo, se empieza a romper y a formar grietas. El hielo va copiando el relieve de las rocas que hay abajo y si hay una subida y una bajada, el hielo sube y baja, entonces se forman las grietas.

"Cuando llega al lago, por el mismo empuje el hielo cae al agua y hasta ahora lo que venía pasando es que del frente caía la misma cantidad de hielo que se acumulaba arriba y ahora cae mas de lo que se acumula, entonces va en pérdida", puntualizó Bortoluzzi.

"En verano se mueve dos metros por día pero que se mueva hacia abajo no quiere decir que aumente el tamaño; es desplazamiento, pero no aumento de la masa. Todos los glaciares se mueven hacia abajo, pero que se muevan no quiere decir que estén en aumento en cantidad de hielo", agregó.

Bortoluzzi señaló que durante la pandemia se redujo, "y la mas notoria es la pared norte, que antes se veía la mitad de la piedra de lo que se ve ahora. Incluso esa parte negra que se ve al costado estaba tapado con hielo, es decir, se comió unos 300 metros"

La impresionante pared de hielo continúa bajo el agua unos 120 metros, por lo cual es normal que se observen pedazos de hielo que se desprenden desde abajo.